Las rocas que forman mi colección son principalmente Peridotitas, Peridotitas con diferentes grados de serpentinización, Serpentinitas y algunas Magnetitas que a lo largo de los años he ido recogiendo en mis paseos por las playas y en las inmediaciones del cauce de Rio Real, en Marbella.
Las Peridotitas son rocas ígneas de gran densidad y grano grueso, formadas principalmente por los minerales Olivino y Piroxeno.
El nombre Peridotita procede del de la gema Peridoto, que está compuesta por Olivino verde claro.
Aunque en su mayoría son rocas de color verde oscuro, las peridotitas pueden aparecer en distintas tonalidades de amarillo, marrón, rojo e incluso azul, dependiendo de las proporciones de los minerales que las componen.
Se trata de un grupo de rocas ultramáficas, ya que contienen menos del 45% de Sílice (óxido de silicio), estando compuestas fundamentalmente por Magnesio (Mg) y óxidos de hierro y caracterizándose por sus diferentes proporciones de Piroxenos, Cromita, Plagioclasa y Anfibolita.
Las peridotitas son las rocas dominantes en el manto superior de la tierra, localizándose normalmente a profundidades que superan los 200 kilómetros y siendo difíciles de encontrar en la superficie, pues sus principales compuestos se degradan con relativa facilidad en contacto con el aire y el agua.
Los afloramientos de Peridotitas a la corteza terrestre se producen fundamentalmente en las zonas de subducción continental, donde el choque de una placa tectónica contra otra las han hecho ascender hasta exponerlas. Teniendo gran interés científico, pues proporcionan datos sobre los procesos que ocurrieron en la fase de formación de nuestro fascinante planeta.
Con una extensión superficial de aproximadamente 450 kilómetros cuadrados, el afloramiento de Peridotitas de la provincia de Málaga (España) es probablemente el mayor de nuestro planeta y también el que presenta una mayor diversidad mineralógica.
Surgió como consecuencia del choque de las placas continentales euroasíatica y africana, que durante el periodo Oligoceno (hace entre 34 y 23 millones de años) dio lugar a los macizos peridotíticos de Ronda (denominado Sierra Bermeja) Ojén (Sierra de la Alpujata) Carratraca (Sierra de Aguas) y Casarabonela (Sierra de la Robla).
La serpentinización es un proceso metamórfico por el que rocas bajas en sílice, fundamentalmente las peridotitas, se transforman por oxidación en serpentinitas.
Entre otras causas menores, la serpentinización se produce cuando masas de roca ferromagnésicas sometidas a las altas presiones de las profundidades del manto terrestre comienzan a ascender hacia la corteza por impulso de fenómenos tectónicos y chocan con masas de agua que se infiltran en ellas (como consecuencia de la reducción de densidad derivado del cambio de presión) dando lugar a un importantísimo aumento de volumen (de entre el 30 y 40 %) y a procesos de hidrólisis en los que cambia la estructura original de la roca.
El proceso genera grandes cantidades de Hidrogeno (H2) y es altamente exotérmico, causando aumentos de temperatura que pueden superar los 250º C.
La gran cantidad de Hidrógeno que se produce en el proceso de serpentinización ha dado lugar a que sea estudiada como una forma de generación de energía altamente efectiva y compatible con la conservación del medio ambiente, pues no sólo no origina emisiones carbónicas, sino que además da lugar a la reducción de los carbonatos y sulfatos circundantes, consumiendo CO2, por lo que está siendo también utilizada para deshacerse del principal productor de efecto invernadero, mediante su almacenamiento en las profundidades de la tierra.
La energía generada en el proceso de serpentinación de un metro cúbico de roca alcanza aproximadamente los 660.000.000 de Julios, suficiente para mantener encendida una bombilla doméstica de 100 watios cerca de 80 días.
Por otro lado, la producción de hidrógeno en ausencia de aire atmosférico (condiciones anaerobias) genera Metano (CH4) y Ácido Sulfídrico (H2S) que a su vez dan lugar a la formación de fuentes hidrotermales en las que se desarrollan organismos quimiotrófos, por lo que las más modernas teorías sobre la evolución asocian este proceso con el surgimiento de la vida en la tierra.
El nombre Serpentinización proviene del tipo de texturas que adquieren las peridotitas tras sufrir este tipo de procesos, pues teniendo originalmente un aspecto uniforme, pasan a ser recorridas por vetas de muy diferentes texturas y colores que se deben a la ocupación y trasformación de diferentes compuestos en el interior de los conductos por los que se infiltró el agua, adquiriendo un aspecto que en ocasiones se asemeja al de la piel de una serpiente.
El nombre serpentinita proviene de la palabra latina "serpentinus", que significa serpiente y se debe al característico color verde de la roca y a los patrones similares a escamas que en ocasiones presenta, que la hacen parecerse a la piel de una serpiente.
En algunas partes del mundo la serpentinita es también llamada "piedra infinita", pues sus estructuras veteadas y casi fractales, permiten perder la vista en ellas y abandonarse en hipnóticos paisajes.
Los atractivos diseños y colores que presentan las Serpentinitas han enamorado a los artistas desde la antigüedad, habiendo sido utilizadas para la creación de elementos decorativos y ornamentales, así como para la construcción de edificaciones (College Hall de la Universidad de Pennsylvania), revestimientos y mobiliario, pues es una roca casi tan dura como el mármol, pero a diferencia de éste, permite obtener acabados muy brillantes y resaltar su esmaltado natural, mediante un leve y sencillo pulido.
Los antiguos griegos creían que esta maravillosa piedra podía otorgar clarividencia y armonía a sus portadores. Y varias civilizaciones de África, entre ellas la egipcia y la asiria, la utilizaban como piedra representativa de la fertilidad y la abundancia.
Actualmente la cultura "New Age" ha vuelto a llamar la atención sobre estas asombrosas piedras, pues además de otros efectos beneficiosos, se sostiene que ayudan a conectar con la energía universal que reside en la naturaleza y a la activación del Kundalini.
Con una superficie aproximada de cien kilómetros cuadrados y situado entre los municipios de Marbella, Ojén y Mijas, el macizo peridotítico de la Sierra de la Alpujata es el segundo mayor afloramiento ultramáfico de la provincia de Málaga.
Está compuesto fundamentalmente por peridotitas del manto superior que ascendieron a la corteza terrestre como consecuencia de los cizallamientos litosféricos del plegamiento alpino ocurridos durante el periodo Oligoceno (hace aproximadamente 23 millones de años) sufriendo procesos metamórficos por los que se convirtieron en Magnetitas y Serpentinitas, principalmente en su variedad de Iherzolitas.
Los yacimientos de la Sierra de la Alpujata han sido explotados a lo largo de la historia por la gran variedad de minerales que contienen, existiendo minas como La Gallega, La Concepción o Peñoncillo o Los Linarejos, todas ellas abandonadas a día de hoy, en las que se ha extraído hierro, talco, níquel, cromo, plomo, cobalto y otras muchas especies.
Singularmente importante fue la mina de hierro de la Concepción, que comenzó a ser explotada en el año 1826 por "La Concepción Iron Mining & Steel Corporation", compañía creada por un famoso hombre de negocios malagueño llamado Manuel Agustín Heredia, que instaló una fundición en la que se produjo prácticamente el 75% del hierro extraído en España en el siglo XIX y dio un importante impulso a la vida económica de la zona. La mina pasó posteriormente a manos de la compañía inglesa "The Marbella Iron Ore Company Ltd", que la mantuvo activa hasta el último cuarto del siglo XX, llegando incluso a instalar un funicular mediante el que transportaban el hierro hasta el mar, para embarcarlo con destino a Reino Unido.