El nombre serpentinita proviene de la palabra latina "serpentinus", que significa serpiente y se debe al característico color verde de la roca y a los patrones similares a escamas que en ocasiones presenta, que la hacen parecerse a la piel de una serpiente.
En algunas partes del mundo la serpentinita es también llamada "piedra infinita", pues sus estructuras veteadas y casi fractales, permiten perder la vista en ellas y abandonarse en hipnóticos paisajes.
Los atractivos diseños y colores que presentan las Serpentinitas han enamorado a los artistas desde la antigüedad, habiendo sido utilizadas para la creación de elementos decorativos y ornamentales, así como para la construcción de edificaciones (College Hall de la Universidad de Pennsylvania), revestimientos y mobiliario, pues es una roca casi tan dura como el mármol, pero a diferencia de éste, permite obtener acabados muy brillantes y resaltar su esmaltado natural, mediante un leve y sencillo pulido.
Los antiguos griegos creían que esta maravillosa piedra podía otorgar clarividencia y armonía a sus portadores. Y varias civilizaciones de África, entre ellas la egipcia y la asiria, la utilizaban como piedra representativa de la fertilidad y la abundancia.
Actualmente la cultura "New Age" ha vuelto a llamar la atención sobre estas asombrosas piedras, pues además de otros efectos beneficiosos, se sostiene que ayudan a conectar con la energía universal que reside en la naturaleza y a la activación del Kundalini.